“…LXXXII, n.º 163, 95-122 (Estala 1793, 48), lo cierto es que el reconocimiento del magisterio francés en este particular fue unánime. Por ello, mientras unos pocos -como Luzán, el propio Montiano, Nicolás Fernández de Moratín, López de Sedano, Trigueros, etc.-ensayaban entre 1750 y 1770 la composición de tragedias españolas (Berbel 2003;Sala Valldaura 2006), muchos más trataban de rellenar este vacío original con la traducción/adaptación/imitación de obras extranjeras -sobre todo francesas, aunque también italianas-en la cantidad y con las variantes que ya nos han venido explicando diversos e imprescindibles trabajos sobre el particular (García Garrosa y Lafarga 2004Lafarga y 2009Lafarga 1983Lafarga -1988Lafarga , 1997Lafarga , 1999Lafarga , 2004Lafarga , 2013Ríos Carratalá 1997;Urzainqui 1991).…”