“…Polo Rojas (2018) menciona que existe una disparidad entre la cantidad de adolescentes que leen fanfiction y quienes lo escriben, y que ésta puede deberse, entre otras razones, a que los adolescentes son más consumidores que productores, así mismo, a un temor a la crítica y a una vergüenza autoinflingida, producida por una comparación con otros escritores consolidados. Otra observación la realiza Martos García (2008), cuando explica que "la calidad de estos textos es tan variable como la que se puede apreciar en un concurso de novelas; algunos son sobresalientes, otros mediocres, y algunos muy malos" (sección 4, párr.…”