“…Así, Sotomayor califica como "muy limitada" (2017:12) la nómina de autores y obras de poesía escritas exclusivamente para niños y explica que gran parte de las publicaciones no están diseñadas para este receptor, pues se trata de "recopilaciones y antologías de poesía popular, del cancionero infantil, o bien antologías de poetas de nuestra historia literaria en aquella parte seleccionada de su obra que por sus características se entiende más accesible y adecuada a la competencia literaria infantil" (12) Sin embargo, pese a la escasez de ediciones en relación con la abundancia de la prosa, distintos especialistas coinciden en destacar las ventajas del texto poético en la educación, en especial, las relativas al desarrollo de la sensibilidad, la creatividad y el descubrimiento de la experiencia estética y placentera que la literatura constituye. Así, entre otros argumentos se subraya su relevancia como instrumento de socialización e interculturalidad (Bordons, 2009), en la formación emocional e intelectual de las personas (Domingo, 2016) y como elemento clave en las primeras etapas para la aproximación a las posibilidades estéticas de la lengua literaria, en especial a través de la lírica popular (Cerrillo y Luján, 2010). Por este motivo, distintas voces reclaman la necesidad de una educación poética como base para el desarrollo de una ciudadanía inclusiva y diversa a partir de la formación del lector competente y por tanto, la inaplazable necesidad de su inclusión real en la didáctica de literatura como una posibilidad de irreemplazable valor para la creación de hábitos lectores y el desarrollo integral del ser humano (Ballester e Ibarra, 2016).…”