En este artículo exploro algunas capas de colonialismo construidas al inicio de la larga Revolución Verde, sobre todo en los Andes. Ejemplifico algunos dispositivos a través de los cuales se comenzó a consolidar el conocimiento experto asociado con la modernización agrícola, en particular en la relación entre actores andinos y estadounidenses. Algunos de esos dispositivos fueron la planificación, fomento de monocultivos de productos complementarios, créditos, material genético, maquinaria, insumos y otras tecnociencias que circularon en cajas negras, estaciones agrícolas, extensión rural, educación y capacitación, becas, e instituciones de formación. También me detengo en algunas resistencias, mantenidas casi siempre en esferas lejanas de la institucionalidad formal.