Introducción y objetivos: Actualmente numerosas especies, nativas y exóticas, llamadas “cardos” están ampliamente distribuidas en Argentina. Durante el siglo XVIII varias publicaciones jesuíticas mencionaron “cardos” en este país, como el trabajo ilustrado de Florián Paucke. El objetivo principal del trabajo es recopilar, de las fuentes escritas del siglo XVIII, los registros de plantas denominadas como “cardos” o nombres similares; en segundo lugar, identificar a nivel de especie las entidades mencionadas por Paucke como “azafrán”, “cardo” y “cardo hortense”; y finalmente, discutir las implicancias etnobotánicas.
M&M: El área de estudio incluyó Argentina desde el sur de la región Pampeana a la región Chaqueña. Se analizó bibliografía, evidencias históricas de los siglos XVIII del área de estudio, materiales de herbario y su morfología, y se efectuaron viajes de campo.
Resultados: Las entidades “azafrán alazor”, “azafrán de Indias” o “azafrán paracuario” de Paucke se identificaron como Carthamus tinctorius (“cártamo”, Compositae), y “cardo” y “cardo hortense” como Cynara cardunculus (Compositae), asociadas a las variedades sylvestris (“cardo de Castilla”) y scolymus (“alcaucil”) respectivamente. El “cardo santo” nombrado por Pedro de Montenegro se asoció a Argemone subfusiformis (Papaveraceae). Se registraron 12 nuevos usos medicinales y alimenticios de los aborígenes moqoit del Chaco de Argentina.
Conclusiones: Los “cardos” identificados, nativos e introducidos, fueron utilizados con fines medicinales y alimenticios durante el período colonial, e incorporados en las reducciones aborígenes por misioneros jesuitas. Carthamus tinctorius y Cynara cardunculus posiblemente hayan sido introducidos para ser utilizadas en huertos y posteriormente hayan escapado de las áreas de cultivo.