“…Como evidencia la literatura científica, esta problemática se incrementa en el área la EF, debido a la fuerte relación entre la calidad de la experiencia educativa con: las competencias del profesorado en el aula (Yair, 2008), el rendimiento académico (Molina-Arriola, 2021), la satisfacción que el estudiante experimente en la escuela (Baena-Extremera y Granero-Gallegos, 2015), los componentes de la lógica interna en el diseño de las actividades en el trabajo de las emociones (Gómez-Carmona, Redondo-Garrido, Bastida-Castillo, Mancha-Triguero, y Gamonales, 2019;Redondo-Garrido, Gómez-Carmona, Bastida-Castillo, Mancha-Triguero, y Gamonales, 2019), la empatía y capacidad de resolución de problemas del docente (Kuzmanovic, Savic, Popovic, y Martic, 2013) y el compromiso académico (Korobova y Starobin, 2015). Por el contrario, disponer de un profesorado de EF incompetente se relaciona con: el aburrimiento en la materia (Baños, Ortiz-Camacho, Baena-Extremera y Tristán, 2017), que a su vez predice bajos niveles de actividad física (Rasberry et al, 2011), sensaciones de fracaso y abandono escolar (Elmore y Huebner, 2010), conductas disruptivas (Granero-Gallegos, Baños, Baena-Extremera, y Martínez-Molina 2020), conductas inapropiadas, como fumar, ingerir alcohol y consumo de marihuana (Ciairano, Settanni, van Schuur, y Miceli, 2006), e incluso, con el suicidio en la etapa de la adolescencia (Singer, Erbacher, y Rosen, 2018).…”