El creciente envejecimiento de la población ha generado nuevas interrogantes respecto al proceso de envejecer y a las expectativas sobre la vejez. Este estudio cualitativo explora los imaginarios de vejez de mujeres chilenas y problematiza la (in)visibilidad de la heterogeneidad en la vejez. Se utilizan entrevistas semi-estructuradas a una muestra de 50 mujeres entre 24 y 88 años, profesionales y no-profesionales, de Santiago de Chile. Los resultados muestran imaginarios de vejez diferenciados cuando se trata de los demás (imaginarios sociales de vejez) respecto de aquellos referidos a la propia vejez (imaginarios individuales de vejez). Los imaginarios sociales de vejez tienden a ser negativos por: (a) las bajas pensiones, (b) mala atención en salud y (c) pérdida de autovalencia. Esto se contrapone con los imaginarios individuales de vejez, donde se articulan atributos positivos y negativos, resaltando la salud, los vínculos familiares y estrategias para mantenerse saludable y activa. Se concluye que las diferencias entre los imaginarios sociales e individuales de vejez darían cuenta de: tensiones en la definición de vejez, heterogeneidad en la vejez, cambios en las expectativas para la vejez de mujeres chilenas, cuestionamiento de las instituciones de previsión social, y la importancia de la familia y los cuidados en la vejez. AbstractThe increasing ageing population has generated new questions regarding the process of getting older and the expectations about old age. This qualitative study explores imaginaries about old age of Chilean women. It problematizes the (in)visibility of the heterogeneity of old age people. Semi-structured interviews were conducted with 50 professional and non-professional women from 24 to 88 year-old living in Santiago de Chile. The results show differences between social imaginaries of old age (referred to other old people) and individual imaginaries of old age (own old age). Social imaginaries of old age are negative due to: (a) economic precariousness and low pensions, (b) bad quality of the health system, and (c) the loss of autonomy. This contrasts with individual imaginaries of old age, where there are both positive and negative attributes, highlighting health, family ties and strategies to keep healthy and active. The paper concludes that the differences between social and individual imaginaries of old age show: tensions on the definition of old age, heterogeneity within adulthood, changes on the expectations of Chilean women about old age, the questioned role of social security, and the relevance of family and caring at old age.