“…En definitiva, lo que se ha propuesto con la gamificación de esta asignatura ha sido mejorar las habilidades y adquirir conocimiento sobre las disciplinas de diplomática y paleografía, además de aplicar una herramienta eficaz para la motivación del alumnado, puesto que el uso de estos elementos lúdicos en el ámbito de la educación superior estimula y potencia el esfuerzo de los estudiantes universitarios con mayor claridad que el aprendizaje convencional (Díaz-Cruzado y Troyano-Rodríguez, 2013; Villalustre-Martínez y Moral-Pérez, 2015;Ortiz-Colón et al, 2018). De manera que el juego se convierte en una forma de incentivar al alumnado a aprender las disciplinas de diplomática y paleografía (Zozaya- Montes, 2016, pp.…”