El estudio analizó el comportamiento musculoesquelético de cinco operadores mientras realizaban una tarea repetitiva en una estación experimental, con el fin de prevenir accidentes y enfermedades laborales a corto, mediano y largo plazo. Se utilizó termografía infrarroja para monitorear las temperaturas y se enfocó en áreas específicas del brazo de los cinco trabajadores. A ritmo normal, se observó mayor actividad muscular en codo, antebrazo y hombro, y con menor impacto en mano y brazo. Al aumentar el ritmo, se intensificó la actividad en mano, hombro y codo, mientras que antebrazo y brazo mostraron menor actividad. Los resultados indican que la termografía es útil para identificar niveles de actividad muscular, lo que ayudaría a prevenir lesiones. Además, se observó que los operadores aumentaron su producción de ensamblaje de piezas de la siguiente manera: 1(+64), 2(+26), 3(+62), 4(+3) y 5(+52).