En este trabajo se dan a conocer los resultados del estudio arqueométrico de restos óseos humanos hallados en el sitio Tres Cruces I (Quebrada del Toro, Salta) del periodo Formativo Superior (400-1000 DC), que presentan una coloración verde intensa en su superficie. Los mismos son examinados mediante espectroscopía de rayos X de energía dispersiva y microscopio de barrido (MEB-EDX). También se indaga sobre la distribución de este fenómeno en los cuerpos y su representación en los diferentes sexos y grupos de edad. Los altos valores de cobre registrados en las muestras sugieren que dicha tinción pudo deberse al contacto postmortem de los huesos con piezas de este mineral, que no se han registrado in situ. Este fenómeno está presente en cuatro individuos, dos adultos y dos subadultos y se ubica mayormente en las extremidades superiores. La localización observada, en conjunto con otros registros del área, indica que pudo ser causado por el uso funerario de brazaletes de cobre, colocados en la zona del antebrazo en individuos adultos y juveniles, tanto masculinos como femeninos.Palabras claves: espectroscopía de rayos X, microscopio de barrido, huesos verdes, cobre, periodo Formativo.
This work presents the results of an archeometric study of human skeletal remains found at the Tres Cruces I site from the UpperFormative Period (AD 400-1000), which exhibit an intense green coloration on their surface. The remains were examined using energy dispersive X-ray spectroscopy and a scanning microscope (SEM-EDX). The study also presents an analysis and discussion of the distribution of this phenomenon in bodies and its representation in different sexes and age groups. The high values of copper recorded in the samples suggest that the staining could be due to the postmortem contact of the bones with objects/artifacts made from this mineral, which have not been recorded in situ. The phenomenon is present in four individuals, two adults and two subadults, and is mostly concentrated in the upper extremities. The observed location, together with other records from the area, indicate that it could have been caused by the postmortem use of copper bracelets, placed on the forearms, in adults and juveniles, both male and female.