“…Con el cambio de perspectiva respecto de la posición y razón de la religión en la escuela, se origina el conflicto de qué se debe enseñar, por lo cual la religión debe enfrentar la pregunta de si se debe enseñar historia de la Religión (incluyendo las fracturas, divisiones y reuniones) o si se debe enseñar catecismo (con el conflicto doctrinal que esto implica). Esto, sumado a la explosiva expansión de iglesias con denominaciones protestantes (Mansilla et al, 2017), hacen que la enseñanza de la religión en la escuela pase por fases de conflicto ya que se debe resolver qué enseñar y asimismo, dependiendo de la opción, quiénes deben enseñar. Pajer (Pajer, 2015), presenta tres alternativas de enseñanza de la religión a nivel mundial: Un modelo político-concordatorio, en donde se enseña la religión como consecuencia de la convivencia y acuerdo entre Estado e Iglesia, un modelo Académico-curricular, en donde se enseña la religión en función de su valor académico y el proyecto curricular de la nación-escuela, y un modelo Ético-Valórico, en donde se justifica la enseñanza en virtud de la promoción de los valores de respeto por la libertad e individualidad de los grupos coexistentes en el espacio escolar.…”