“…La escuela, como entorno complejo y diverso, se ha convertido en un escenario de desarrollo social y humano, de interrelación e intercambio fructífero de valores y actitudes, así como de contacto intergrupal que concita una multiplicidad de diferencias individuales desde el punto de vista étnico y cultural (Schachner et al, 2021). La diversidad cultural, más allá de la coexistencia y convivencia de múltiples identidades y manifestaciones culturales en un mismo territorio, es definida, desde una perspectiva antropológica (Dietz, 2017), como un rasgo constitutivo de la realidad social que otorga a la humanidad originales y plurales expresiones culturales en torno a los modos de ser, de convivir, de pensar o de hacer y que se reflejan en todos los ámbitos como el social, familiar, religioso, regional o lingüístico (Rengi y Polat, 2019). Dicho impacto afecta igualmente a todas las dimensiones del desempeño personal, desde la esfera intelectual y moral a la afectiva (Peinado, 2021).…”