Han pasado 15 años y el frondoso árbol de la producción etnológica sobre los Guaraní no ha hecho sino crecer. Revisitamos, pues, O Guarani; uma bibliografia etnológica (Melià/Saul/Muraro 1987). Las añosas ramas presentan nuevas hojas; ramas antes apenas sugeridas se han robustecido, mientras otras han perdido vitalidad. Una bibliografía es una historia de vida, de preocupaciones e intereses, donde no falta ni pasión ni misterio. Sigue teniendo actualidad la advertencia de A. Leroi-Gourhan, que ya habíamos citado anteriormente: lo que se dice de los Guaraní debería ser estudiado a través de las biografías de los mismos que se ocupan de ellos. Los Guaraní entran en nuestra vida. Los Guaraní son modernos por su innegable actualidad y por las utopías que sustentan. Sin embargo, la bibliografía guaraní continúa siendo ese mare magnum, que ya habían avizorado Curt Unkel Nimuendajú (1914) y León Cadogan. Para navegar en él son necesarias una buena brújula y una estrella. Egon Schaden, en una benévola presentación de O Guarani, consideraba como «uno de los aspectos más positivos de esa bibliografía el encuadre de los escritos, tanto impresos, como inéditos, en categorías correspondientes a diversos tipos de 'reducción'». (Schaden 1987:13). Aquí seguiré el mismo esquema, procurando conservar, en cuanto pueda, los logros de la anterior. Tendré muy en cuenta la reseña amable y crítica que hiciera J.-H. Wicker (1988), aunque no sé si podré cumplir todas sus exigencias. Por otra parte, no todo escrito va a ser elogiado, y a veces un silencio valdrá como crítica implícita y discreta. Si bien en el anterior O Guaraní (Melià/Saul/Muraro 1987), se pretendía una visión panorámica al mismo tiempo que particular y precisa de toda la producción etnológica sobre el tema-siempre dentro de los límites expresados en su «Introducción» (p. 17-20)-, en esta revisita apenas marcaremos las grandes líneas de lo nuevo. No estoy en condiciones desde el Paraguay-isla rodeada de tierra-de acceder a las grandes bibliotecas e institutos de las que nos pudimos