“…Hasta este momento en LM sólo se habían registrado inhumaciones de tipo primario y sin ningún tipo de evidencias de procesamiento post o perimortem (Prates et al, 2010a, b). La intervención o manipulación de los cadáveres mediante acciones de procesamiento y/o aplicación de colorantes ha sido frecuentemente documentada en distintos sectores del noreste patagónico (Bórmida, 1950;Favier Dubois et al, 2009;Fisher y Nacuzzi, 1992;Flensborg, Martínez, González y Bayala, 2011;González, 2013;Martínez y Figuerero Torres, 2000;Martínez, Bayala, Flensborg y López, 2006;Martínez et al, 2014;Moldes de Entraigas, 1983;Mariano, 2011;Moreno, 1874;Outes, 1926;Prates et al, 2011;Peronja et al, 1987;Vignati, 1931). La información cronológica disponible para la región sitúa a este tipo de actividades durante del Holoceno tardío final (Martínez et al, 2014), a diferencia de la cronología estimada para LM en base a entierros primarios, la cual es más temprana (Prates et al, 2010b).…”