“…Además, la localización previa es fundamen-tal en el análisis automático de imágenes, cuyo objetivo puede ser la segmentación, que consiste en separar los objetos de interés del fondo, en el reconocimiento o recuperación de objetos (Saikia et al, 2017;García-Olalla et al, 2018), o en el análisis de la relación espacial entre los objetos contenidos en una imagen (Lampert et al, 2008). Actualmente, hay una gran cantidad de aplicaciones que requieren una localización precisa de los objetos, como es el caso de la necesidad que tienen los vehículos autónomos de localizar peatones (Dollár et al, 2009;Li et al, 2018;Du et al, 2017;Brazil et al, 2017;Wang et al, 2018) u obstáculos (Shah et al, 2018;Yi et al, 2018;Garnett et al, 2017;Sepúlveda et al, 2017), la localización de vehículos en sistemas de control de tráfico, se encuentren o no en imágenesáereas (Zhong et al, 2017;Ammour et al, 2017;Tang et al, 2017;Xu et al, 2017a;Lee et al, 2017), la localización de lesiones o anormalidades en tejidos que usan los sistemas de diagnóstico clínico asistido por computador (He et al, 2018;Ma et al, 2017;Jiamin et al, 2017;Sa et al, 2017;Heo et al, 2017), la detección de objetos para el control de calidad que requieren los sistemas de inspección visual (Cao et al, 2018;Chen et al, 2018;Shi et al, 2017;Ferguson et al, 2017), o la localización de obstáculos que tienen que realizar los sistemas de navegación de robots (Lee et al, 2015;Luo et al, 2017), entre otras. Sin embargo, la correcta localización de objetos es difícil debido a múltiples factores, entre los que destacan la falta de calidad de la imagen, condiciones de iluminación cambiantes, objetos con forma no rígida o los cambios en la apariencia de los objetos a localizar (Felzenszwalb et al, 2010;…”