“…Este dato confirma las tesis de la "trompeta de la desinformación" y del "efecto cascada" mencionados en el marco teórico, pues la mayoría de los mensajes dudosos llegaron a los usuarios a través de los medios de comunicación, que se convierten en el último eslabón de la cadena de transmisión de un número importante de bulos.No obstante, en lo que atañe a nuestro estudio y en aras de una mejor compresión de los datos, hemos segregado los medios de comunicación profesionales de los medios satíricos; y, dentro de los primeros, hemos distinguido entre los medios tradicionales (legacy media) y los medios nativos digitales, en línea con la metodología del Digital News Report, que ha demostrado diferencias a favor de la confianza del público hacia los medios tradicionales en detrimento de los medios online.Efectivamente, al introducir este factor de discriminación, observamos diferencias significativas entre los medios tradicionales, que fueron la fuente de propagación de mensajes dudosos para la audiencia en un 31% de los casos, y los medios online, que lo fueron en el 67% de los casos, más del doble. Ademas, tras el proceso de verificación, el 21% de los mensajes dudosos transmitidos por los medios tradicionales se demostraron falsos, porcentaje que, sin embargo, alcanzó al 50% de los mensajes dudosos transmitidos por los medios online.Estos datos evidencian que, desde el punto de vista científico, no se puede obviar la distinción entre los mensajes dudosos recibidos a través de los llamados "medios de referencia"(Imbert y Vidal-Beneyto, 1986;Labio-Bernal, 2008;Palau-Sampio, 2016), o a través de los medios sensacionalistas y los identificados como "medios de desinformación" especializados en distribuir junk news o noticias basura (Rodríguez-Fernández, 2020). Esta cuestión queda…”