“…De entre las múltiples dimensiones críticas a considerar cuando se plantean tareas dirigidas a fomentar la alfabetización visual en el alumnado, Cappello (2017) destaca la autoría y propósito de la imagen, la información transmitida por la misma y la influencia del propio lector en su interpretación. Con todo, estos aspectos referidos al tratamiento crítico de las imágenes parecen adscribirse a líneas propias de la Educación Artística y Visual, lo que no impide que desde la enseñanza de la Historia o desde cualquier otra disciplina se pueda contribuir a este fin marcando como objetivo integral la alfabetización visual de los estudiantes (Brugar & Roberts, 2017;Gómez-Pintado y Marcellán, 2017). Actualmente esto tiene una especial significación en el contexto español ya que el marco curricular actual (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, Gobierno de España, 2013, BOE n.º 295 -en adelante, LOMCE-) reduce drásticamente el número de horas dedicadas a Educación Artística.…”