Un territorio urbano, conocido como el bosquecito de Hernández, se presenta como objeto de observación y análisis, pues en su interior se desatan conflictos de representación y entre representaciones, que vinculan su propiedad, posesión, uso y destinación, y que abarcan prácticas sociales, jurídicas y políticas ejercidas por los participantes en el juego de interés, que van desde el cuidado y modificación del territorio con fines de habitación (familias ocupantes), la ejecución de proyectos de permacultura y agroecología (Asociación civil El Bosquecito/ vivero experimental), hasta la activación de procesos policiales y judiciales relacionados con la propiedad privada y la defensa del territorio (Familia Larrán/Organización civil) y la investigación de posibles violaciones a derechos humanos y la responsabilidad empresarial sobre los mismos (aparatos de Estado en materia de juicio y memoria). Para comprender las dinámicas de apropiación y uso de dicho territorio, en este trabajo se retoman las categorías analíticas sociológicas de "palimpsesto territorial” y “memoria urbana”.