“…En el análisis bivariado, se encontró que el peso neonatal < 1499 gramos (muy bajo peso al nacer: MBPN) fue el principal factor de riesgo para Apgar persistentemente bajo al quinto minuto (ORc=18,7; p<0,01); mientras que el peso entre 1500 y 2499 (bajo peso al nacer: BPN) incrementó en menor medida dicho riesgo (ORc=2,51; p<0,01), lo cual es naturalmente comprensible pues cuanto menor sea el peso al nacimiento mayor será el grado de fragilidad neonatal; por ende, es más probable encontrar recién nacidos cuyo bienestar se encuentre comprometido, tal como se ha reportado en investigaciones previas (24,25) . Asimismo, otros factores que incrementaron el riesgo de Apgar persistentemente bajo fueron la presencia de anomalías congénitas (ORc=5,81; p<0,01), aspiración de líquido amniótico meconial (ORc=4,69; p<0,01) e infección intrauterina anteparto (ORc=2,34; p<0,01), variables que también se han reportado en estudios previos como factores que pueden incrementar el riesgo se Apgar persistentemente bajo (26,9,27) . Sin embargo, no son suficientes las evaluaciones bivariadas, pues un fenómeno en salud (el Apgar bajo persistente, en este caso) muy rara vez responde a un modelo unicausal, siendo necesarias evaluaciones multivariantes donde se analicen la confluencia de diversos factores potencialmente predictivos (factores perinatales, en este caso), tal como explican Berea et al (28) en una publicación.…”