“…Encontramos que la mayoría de los implicados, como bullies y como víctimas, fueron chicos (Cerezo y Ato, 2010;Piñero, 2010). La mayor implicación de los chicos en las dinámicas de agresión y victimización se ha relacionado con menor competencia social, normalización de la violencia y habituación al comportamiento agresivo (Avilés, 2006), subrayando también otros trabajos la importancia de la popularidad y las motivaciones de tipo social de los agresores varones (Jones, Haslam, York y Ryan, 2008;Olthof y Gossens, 2008). No se han observado diferencias en los niveles de implicación en las dinámicas agresivas al comparar a estudiantes inmigrantes y españoles, coincidiendo estos datos con estudios anteriores, como los del Defensor del Pueblo (2006), pero contrastando con trabajos que han colocado con mayor frecuencia a los estudiantes inmigrantes en situación de victimización (Funk, 1997; de estructura familiar pueden propiciar un desajuste en los menores que actúe como factor de riesgo frente al desarrollo de conductas agresivas (Dew y Huebner, 1994;Tur-Porcar et al, 2012).…”