“…Al respecto, cabe anotar que en el caso de Chile la temática suscita un consenso robusto. En efecto, un cuerpo de literatura abundante aporta evidencias y análisis en la línea antedicha: desde el año 2000, la diferenciación social en el acceso vivió una retracción de envergadura, y por eso el país transita una democratización estimable del ciclo en el rubro, la mayor de la región, aunque dentro de un sistema con una fortísima segmentación en circuitos institucional y socialmente jerarquizados (entre otros, Arias-Ortiz et al, 2021;Arzola, 2021;Chiroleu, 2019;Espinoza, 2017;Espinoza et al, 2019;Espinoza y González, 2017;Ezcurra, 2020a;García de Fanelli, 2019;García de Fanelli & Adrogué, 2019;Jarpa-Arriagada y Rodríguez-Garcés, 2017). En suma, según la información disponible citada hemos encontrado que en los países latinoamericanos con sistemas universales (o próximos) el ingreso remontó en todos los estratos, pero fue mayor en capas en desventaja, que así acrecentaron su peso relativo.…”