Simulating Ovariohysterectomy: What Type of Practice Promotes Short- and Long-Term Skills Retention?

Abstract

Simulation-based surgical training allows students to learn skills through deliberate practice without the patient risk and stress of operating on a live animal. This study sought to determine the ideal distribution of training sessions to improve short- and long-term retention of the skills necessary to perform a simulated ovariohysterectomy (OVH). Fourth-semester students ( n = 102) were enrolled. Students in the weekly instruction group ( n = 57) completed 10 hours of training on the OVH simulator, with sessions held at approximately weekly intervals. Students in the monthly instruction group ( n = 45) completed the same training with approximately monthly sessions. All students were assessed 1 week (short-term retention test) and 5 months following the last training session (long-term retention test). Students in the weekly instruction group scored higher on their short-term assessment than students in the monthly instruction group ( p < .001). However, students’ scores in the weekly instruction group underwent a significant decrease between their short- and long-term assessments ( p < .001), while the monthly group did not experience a decrease in scores ( p < .001). There was no difference in long-term assessment scores between weekly and monthly instruction groups. These findings suggest that if educators are seeking maximal performance at a single time point, scheduling instructional sessions on a weekly basis prior to that time would be superior to monthly sessions, but if educators are concerned with long-term retention of skills, scheduling sessions either on a weekly or monthly basis would accomplish that purpose.

AAVMC Use of Animals in Veterinary Education Handbook

“…• Model ovariohysterectomy: At the 1-week retention test, the weekly instruction group had superior performance to the monthly instruction group. There was no difference between groups at the 5-month retention test (Hunt et al, 2023).…”

Evaluación de las emociones como apreciación de la confianza generada durante el aprendizaje de la cirugía veterinaria

“…De acuerdo con un estudio sobre la ovariohisterectomía en mascotas, se requiere realizar en promedio siete cirugías para dominar esa competencia quirúrgica en los aspectos más relevantes de ese procedimiento (Bowlt et al, 2011;Simons et al, 2022), al menos para cumplir con algunos estándares establecidos para esa práctica quirúrgica. Los centros receptores de estudiantes en prácticas profesionales o bien quienes buscan contratar a recién graduados de medicina veterinaria desearán que los nuevos profesionales muestren un conjunto de habilidades quirúrgicas que incluyan los procedimientos más comunes, tales como la ovariohisterectomía, cistotomía, extirpación de masas neoplásicas, restauración de heridas y el dominio de las técnicas de hemostasias para cualquier tipo de hemorragia (Drosdeck et al, 2013;Hunt et al, 2023). Igualmente, el perfil quirúrgico de un recién graduado debe demostrar ser competente en el manejo atraumático y estético de tejidos, presentar alternativas de restauración de los diferentes planos cuando se aproxima a los órganos que alberga la cavidad abdominal, aplicando íntegramente los principios básicos de la cirugía en cuanto al manejo delicado de tejidos, con el dominio mínimo de la anatomía para el manejo de heridas y colgajos, y la asepsia, para una correcta preparación tanto de los pacientes como de los cirujanos (Greenfield et al, 2004;Cary et al, 2017), además del manejo de las técnicas de sutura, protocolos de sedación y anestesia.…”

“…Esta situación de las capacidades quirúrgicas y la falta de confianza para la realización de los procedimientos quirúrgicos no es algo privativo de la medicina veterinaria, al parecer en la medicina humana pasa algo similar con los recién graduados; sin embargo, hay una diferencia enorme que prevalece entre las responsabilidades inherentes a operar a una persona o a un animal; en las facultades de medicina humana demuestran tendencias similares que informan que el quirófano puede ser un entorno de aprendizaje desafiante y que contribuye a la ansiedad de los estudiantes, especialmente cuando las expectativas de los profesores y los niveles de experiencia de los estudiantes varían (Drosdeck et al, 2013;Hunt et al, 2023). La presencia de un posible fallo en la intervención quirúrgica es una de las preocupaciones que limitan de manera importante el entrenamiento práctico de los estudiantes cuando se encuentran en algún programa de rotación clínica temporal (Reznick et al, 2006;MacArthur et al, 2021); no obstante, tanto para medicina humana como para las áreas clínicas de la medicina veterinaria, las habilidades quirúrgicas básicas se desarrollan de manera eficiente cuando se depende casi exclusivamente del programa de rotaciones clínicas como modelo de entrenamiento para el ejercicio futuro (DeMasi et al, 2016;MacArthur et al, 2021).…”