Los cítricos son frutales exóticos en América, introducidos a lo largo de cinco siglos a partir del contacto entre ambos hemisferios, que han sido apropiados y resignificados por comunidades locales y pueblos originarios. Los mismos se han constituido en cultivos de gran importancia, reconociéndose asimismo poblaciones espontáneas en varios enclaves de Argentina, generalmente asociados a ambientes boscosos o selváticos. El objetivo general de esta tesis es diseñar los procesos locales de selección cultural en poblaciones de cítricos introducidas en el área de las Misiones Jesuíticas y aportar al concepto de domesticación. Para ello se parte de las siguientes premisas: A- se considera la domesticación en un sentido amplio, no sólo como modificaciones morfofisiológicas que adaptan la planta a un determinado ambiente sino también como proceso, una extensión de la unidad doméstica hacia el paisaje, resultando en la domesticación del mismo; B- la noción de paisaje como ambiente interpretado, sobre el cual se llevan a cabo prácticas inherentes a diferentes aspectos culturales de quienes lo habitan; prácticas cuyo efecto no necesariamente es negativo o destructivo. Este caso de estudio es abordado mediante distintas metodologías articuladas entre sí, característica del enfoque interdisciplinario. La metodología etnobotánica histórica y la etnohistórica fueron empleadas para el análisis de los documentos históricos relativos a las variedades de cítricos ingresadas, procedencias y rutas de ingreso, como también para el relevamiento de los distintos espacios productivos de la época de las misiones jesuíticas (Siglos XVII-XVIII). Mediante las metodologías etnobotánica y etnoecológica se relevó la diversidad actual, la percepción de la variabilidad, los usos locales, los microambientes donde se encuentran y las prácticas de manejo sobre las plantas y los microambientes. También se relevaron los usos medicinales de los cítricos asociados a enclaves cercanos a Paraguay y Brasil (cuencas del Paraná y Uruguay, respectivamente) y las variaciones de acuerdo a la situación en el gradiente de urbanización/ruralidad. La metodología botánica fue empleada para la identificación de las plantas involucradas y análisis morfológico-organoléptico de la variabilidad de acuerdo a las prácticas de manejo sobre el entorno. Se relevaron las variedades históricas ingresadas tempranamente a partir del siglo XVI, las posibles procedencias, rutas de ingreso y otros aspectos referidos a su “naturalización” y cultivo en las Misiones jesuíticas. Las menciones generales de estas variedades fueron acompañadas con las obras de Tratados de Cítricos (o Hespérides) de los siglos XVI a XIX, abundantes en detalles que ejemplificaron la diversidad pasada. Mediante el trabajo de campo en el sur de Misiones (Argentina) se ha relevado una alta diversidad de etnovariedades (30) cultivadas y espontáneas, estructuradas en 9 etnoespecies, algunas de ellas de introducción histórica y otras más recientes, con variados usos asignados. Asimismo, se relevaron 7 microambientes definidos por la presencia de las etnoespecies con diferentes intensidades en las prácticas de manejo. Las prácticas relevadas fueron dirigidas principalmente a los microambientes antes que a los cítricos en sí. La variabilidad de usos medicinales y la importancia de las etnoespecies, analizadas de acuerdo a su distribución en la cuenca del Paraná y del Uruguay, y a la situación en el gradiente de urbanización/ruralidad, mostró diferencias de importancia en algunas etnoespecies y propiedades medicinales. También, la percepción de la variabilidad del género, que resulta en esquemas de clasificaciones locales complejos, indican una fuerte relación con las comunidades locales estudiadas. Se discuten los procesos de generación de variabilidad sobre este género y sobre el paisaje, de acuerdo a los mecanismos de variabilidad genética intrínsecos del género, la historia de introducción y las prácticas sobre las plantas y los microambientes que resultan en la domesticación del paisaje. Este enfoque ecológico-histórico aporta asimismo en la discusión de la terminología de uso corriente como “naturalización” o “asilvestramiento” proponiéndose, en cambio, el término antropización de las plantas que acompañan el avance de la unidad doméstica sobre el ambiente. Todo esto lleva a percibir los paisajes como selvas antropogénicas, antes que ambientes prístinos, y por ello, susceptibles de estrategias de conservación in situ o biocultural que engloben a las comunidades locales, la diversidad de paisajes, las etnoespecies y las prácticas asociadas a las mismas. El enfoque interdisciplinario empleado permitió caracterizar la diversidad actual y las introducciones históricas, como también identificar prácticas de manejo sustentables y generadoras de variabilidad a distintos niveles. Estos frutales exóticos constituyen elementos identitarios que contribuyen a la definición de las comunidades y escenarios cotidianos. La decisión de incorporar elementos exóticos debe entenderse en el marco de las cosmovisiones de estos grupos nativos. Por lo tanto, estas plantas de introducción relativamente reciente, y con registro escrito, permiten al investigador comprender y diseñar la domesticación del paisaje como proceso multidimensional del entorno físico social y simbólico.