LEADER es una de las actuaciones más relevantes en materia de desarrollo rural puesta en marcha por la Unión Europea. Sus repercusiones socioeconómicas, lastradas por su exiguo presupuesto, han sido poco analizadas a escala municipal y para un territorio amplio. Abordamos su cuantificación a través de la inversión y tipo de empleo generado, según promotor, ámbito espacial y perfil de los beneficiados, en los 6225 proyectos ejecutados en Andalucía entre los años 2007–2015. Se constata tanto el desigual comportamiento de los diferentes actores según territorios como el menor empleo generado y, dentro de él, creado, respecto del periodo anterior 2000–2006. Son las Sociedades Mercantiles, especialmente las Limitadas, las que más empleo generan. Estas últimas, junto a las personas físicas, son las que más apuestan por la creación de empleo nuevo como forma de autoempleo frente a la crisis, ocupado por jóvenes y mujeres, mayoritariamente. Mientras las primeras benefician sobre todo al colectivo femenino y tienden a concentrarse en las áreas más dinámicas, las segundas adquieren relevancia en el mundo rural. Tanto las asociaciones, por la absoluta presencia de la mujer en ellas, como las Sociedades Cooperativas, por su fuerte implantación territorial y su relación con el sector agrario, juegan un papel relevante.