Resumen Desde hace tiempo, los arquitectos de la UE consideran una prioridad la identidad europea, especialmente en su dimensión "interna" o "de pertenencia" (Recchi y Salamo ska, 2014), porque se entiende que el proyecto europeo necesita la adhesión ciudadana y se ha estimado que ésta se puede dar más fácilmente si los sujetos se identifican con la UE. Los pequeños avances en este sentido durante décadas se ven cuestionados en el momento actual por una crisis de legitimidad que tiene su origen en el rechazo al proyecto de Constitución europea (2004) y en la posterior crisis financiera, y que culminan en el Brexit y el refuerzo de opciones políticas que objetan el curso de la UE actual. En este trabajo se examina la identidad europea desde la perspectiva de una identidad nacional, afrontando sus potencialidades tanto si se consideran factores objetivos (historia, cultura, territorio, instituciones, etc.) como subjetivos (adhesión, identificación). Para el segundo grupo, se utilizan las series históricas del Eurobarómetro. Se trata de comprobar si la identidad europea puede ser considerada una identidad "fuerte" (Kantner, 2006). La aproximación realizada cuestiona esta posibilidad para el corto y medio plazo. En cambio, la