<p>La inteligencia constituye un constructo de notable impacto en nuestro contexto sociocultural, evidenciado en un amplio desarrollo de definiciones conceptuales y operacionales, donde surgen aseveraciones que van desde privilegiar elementos de tipo cognitivo y abstracto, a elementos emocionales y sociales, hasta perspectivas que se enfocan en los procesos que subyacen al desempeño inteligente, como es el caso de las funciones ejecutivas (FE), las cuáles se configuran como procesos cognitivos que posibilitan la autorregulación (Miyake & Friedman, 2012). De igual modo, existen enfoques que otorgan a la inteligencia un rol relevante y predictivo del rendimiento escolar, aspecto fortalecido por la perspectiva psicométrica donde el concepto de inteligencia se ha vinculado estrechamente con el aprendizaje. En esta línea, también encontramos la perspectiva clásica de inteligencia cristalizada de Cattell (1943), la cual hace alusión al conocimiento adquirido a través de procesos educativos y culturales. El objetivo de este estudio fue conocer las concepciones que niñas y niños, de edades comprendidas entre 8 y 12 años, otorgan al concepto de inteligencia, las características que le atribuyen y la valoración que hacen de las propias capacidades intelectuales. El análisis de los datos se llevó a cabo mediante la teoría fundamentada y los resultados evidencian principalmente que los participantes atribuyen al constructo de inteligencia componentes referidos al manejo de contenidos escolares y al rendimiento cuantitativo; además de poner en manifiesto elementos relacionados con las FE y la autorregulación no sólo en la significación que hacen del constructo, sino también al caracterizar y valorar el desempeño inteligente.</p>