“…Por el contrario, dentro de los aspectos negativos, distintos autores destacan las largas horas de práctica a los que están sujetos los gamers (6-12 horas diarias en función del videojuego), aunque no existe un método de entrenamiento que garantice un alto rendimiento en esports (García-Naveira, 2019;Pedraza-Ramirez, 2019;Sabtan et al, 2022). Además, diferentes estudios indican que a mayor dedicación a los esports y videojuegos se asocia con un peor estilo de vida y hábitos menos saludables, observándose una menor actividad física o mayor sedentarismo, aumento de la masa corporal, peor nutrición (horarios, variedad y cantidad de comida, así como consumo de bebidas) y menor duración/ calidad del sueño (somnolencia y variedad de horarios de descanso), desembocando en problemas de salud general (p.ej., obesidad y diabetes), salud física (p.ej., lesión de muñeca, espalda y visión) y salud psicológica (p.ej., ansiedad, estrés, depresión y burnout), entre otros (Bányai et al, 2019;Chan et al, 2022;García-Naveira et al, 2021;Hong, 2022;Pereira et al, 2022;Sabtan et al, 2022;Shulze et al, 2021).…”