“…El sufrimiento físico culmina con la muerte violenta producida a causa de sus creencias y provocada por un tercero. Son los dirigentes, partidos políticos, movimientos sociales, algunos gobiernos, quienes ofician de "emprendedores morales" al postular y sostener en el decurso del tiempo, siempre post-mortem, a sus mártires que condensan los valores que se aspiran a imponer al grupo y/o los ciudadanos (Casquette, 2009;DeSoucey, Pozner & Fileds, 2008;de Spiegeleer, 2014). No es el caso de Eva Perón, que murió a los 33 años a causa de un cáncer de útero cuando su marido, Juan Domingo Perón, era presidente de la nación y el hombre más poderoso de la Argentina.…”