La desinformación se ha convertido en uno de los principales problemas para nuestra sociedad y nuestra democracia. Pese al incremento de investigaciones sobre este tópico, la percepción ciudadana sobre los efectos causados por las noticias falsas y las formas de combatirlas es una cuestión todavía pendiente. Nuestro objetivo es analizar estos dos aspectos en el contexto de la COVID-19 en España y, además, identificar los factores sociodemográficos y políticos que los determinan. Para ello, hemos usado una encuesta cuantitativa aplicada mediante un panel online (n= 682). Los resultados revelan que la desinformación genera, como efecto principal, un incremento de la desconfianza hacia los medios y los políticos entre la ciudadanía española. Por otra parte, su incidencia en el cambio de opinión y en la decisión de voto es reducida. En relación con el Coronavirus, las falsedades han tenido un bajo impacto en el proceso de vacunación, aunque si han repercutido en el incremento de las teorías de la conspiración entre la ciudadanía. Los hombres, los jóvenes y las personas de extrema derecha son quienes perciben las consecuencias de los engaños con mayor intensidad. Finalmente, la verificación de la información y la legislación son los mecanismos de lucha contra la desinformación que la ciudadanía considera más fiables. Estos resultados tienen importantes implicaciones tanto para las instituciones públicas como para el periodismo.