“…Atendiendo a las diversas definiciones, hablamos de gentrificación como un proceso de restructuración urbana de ciertos sectores de la ciudad, impulsado desde la producción (capital inmobiliario) y consumo (clases profesionales, turistas), que restringe progresivamente las opciones de grupos de menores ingresos de habitar un barrio adecuado y bien localizado (Blanco y Apaolaza, 2016;Janoschka 2016;López, Meza y Gasic, 2014;McDermott, 2019). Dentro de las investigaciones sobre gentrificación en Latinoamérica se han estudiado 1) los procesos de renovación vía edificación en altura, alta densidad y gran escala (López-Morales, 2013); 2) las políticas y procesos de transformación de centros históricos (Carrión, 2007;Hiernaux, 2015;Navarrete, 2017;Vergara y Casellas, 2016;Sandroni, 2006); así como 3) casos de gentrificación asociados a políticas de reconstrucción en zonas afectadas por terremotos (Inzulza y Cárdenas, 2017). No obstante, los diversos estudios, hoy se reconoce la necesidad de comprensión de cómo la gentrificación se relaciona a proceso de exclusión social, perdida de vida de barrio y procesos de desplazamiento de grupos de menor capacidad económica (Delgadillo, 2015;Janoschka, 2016).…”