Este trabajo intenta proponer una cartografía útil de y con las categorías desaparición y desaparecido. Rastrea primero el éxito de ambas en varias áreas, acercándose a las razones de la universalización de una acepción históricamente fundada de las dos, que explica tanto ese éxito como algunos de los condicionantes que este impone para quienes las usan, en sede académica y fuera de ella. En un segundo movimiento constata que la acepción más aceptada y consolidada de una y otra ha sido desbordada, ampliamente, centrándose en tres de sus límites más fuertes: los marcos temporales de referencia de ambas (el pasado y la memoria), las presunciones antropológicas que sostienen a las dos (la mala muerte y la (im)posibilidad de su gestión social convencional), los cuadros sociales normativos que ambas toman como «dados por supuesto» (el Estado, la ciudadanía y las formas de agencia política asociadas a ello). Finalmente, el grueso del texto, a partir de lo que algunas experiencias de investigación de campo, desarrolladas en lugares muy distintos y distantes, dicen sobre los usos de unas categorías ya globales, recoge diferentes esfuerzos de problematización teórica que, actualmente, y en distintos campos de la investigación científico-social, hacen de desaparición y desaparecido herramientas para el análisis de las formas sociales del abandono. En el epígrafe final, el trabajo sugiere que ambas son útiles para poder contar lo que no tiene ni cuento, ni registro, ni es cuidado.