“…No obstante, la importancia de aprender a organizar la experiencia por escrito para comunicarla a otros, son pocos los estudios que exploran los recursos lingüísticos utilizados por los niños a medida que avanzan en la escolaridad (Christie & Derewianka, 2010). Al parecer, los estudios sobre escritura en educación primaria se han concentrado en el dominio del código escrito Alegría Ugarte & Díaz Agüero, 2017), la estructura discursiva (Aravena, 2011;Aravena, Figueroa, Quiroga & Hugo, 2016;Iparraguirre, Baccala & Scheuer, 2016), la coherencia (Concha, Aravena, Coloma & Romero, 2010), la metacognición (Lacon de Lucia & Ortega de Hocevar, 2008;Crespo, Benítez & Pérez, 2010), la evaluación de la calidad mediante rúbricas (Benítez, 2009;Benítez & Sotelo, 2013;Sotomayor, Lucchini, Bedwell, Biedma, Hernández & Molina, 2013;Sotomayor, Gómez, Jéldrez, Bedwell, Dominguez & Ávila, 2016) y la complejidad sintáctica (Meneses, Ow & Benítez, 2012;Aravena & Hugo, 2016). En otras palabras, prácticamente no existen artículos que tengan como objeto de análisis el uso de recursos verbales empleados por los escolares básicos para representar la experiencia propia o ajena.…”