En Argentina, a partir del 2000, inspirados por la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo, comienzan a surgir organizaciones de personas que buscan sus orígenes. Desde sus inicios estas organizaciones recibieron a mujeres que buscaban a sus hijos/as robados/as, manifestando que fueron dados por muertos, que "nunca les mostraron el cuerpo" ni les dieron certificado de defunción. Rosa, es una de esas mujeres, nació en 1954 y a los catorce años tuvo un hijo/a en un consultorio clandestino de una partera en la provincia de Buenos Aires. Denuncia que ella se “lo robo” y fue una testigo clave en el juicio en donde tres mujeres lograron condenar a esa partera a doce años de prisión por haberlas vendido al nacer. Este artículo, tomando las entrevistas en profundidad a Rosa y a otras mujeres en su situación y los registros etnográficos del juicio a la partera, apunta a comprender, por un lado, los sentidos de justicia, maternidad y abandono presentes en los relatos de estas mujeres, y por otro, la configuración de estas demandas por robo de niños en el terreno judicial. De este modo, a partir de conocer los discursos que se construían entorno a estas mujeres y sus embarazos que, en su mayoría, atentaban contra las formas legítimas de concebir la familia y el parentesco, intento dar cuenta de la experiencia histórica de estas mujeres a luz de la intersección entre clase, género y edad y de los modos en que estas experiencias son resignificadas en la actualidad.
Palabras clave: Maternidad; Robo de niños; Mujeres; Justicia; Argentina.