Normalising, naturalising or silencing the violence that women suffer during pregnancy, childbirth and the puerperium period is both a common practice and behaviour in many societies, as well as a space for demands. What is known as obstetric violence, despite being recognised as such by different international organisations, continues to be a practice that is denied and, unfortunately, carried out assiduously. Far from turning childbirth into a positive experience, it has negative consequences for the woman in the short, medium and even long term, both physically, psychologically and emotionally.
The aim of this paper is to present some of the results of a research project we have been carrying out at the Faculty of Social Work of the University of Jaen. In it, we analysed the knowledge of health personnel about obstetric violence and the different existing protocols in relation to the process of pregnancy and childbirth.
Through a questionnaire with open and closed questions, we inquired about the identification - or not - that these personnel have about these practices. Knowing what they know and how they act is the first step towards, on the one hand, making it visible and, on the other, making proposals to eradicate it
Normalizar, naturalizar o silenciar la violencia que las mujeres sufren durante el embarazo, el parto y el puerperio es tanto una práctica y conducta común en muchas sociedades como un espacio de reivindicación. La conocida como violencia obstétrica, a pesar de ser reconocida como tal por distintos organismos internacionales, sigue siendo una práctica negada y, desgraciadamente, realizada con asiduidad. La misma, lejos de convertir el parto en una experiencia positiva, tiene consecuencias negativas para la mujer a corto, medio e incluso a largo plazo, tanto en el plano físico como en el psicológico y emocional.
El objetivo de este trabajo es exponer algunos de los resultados de una investigación que venimos realizando en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Jaén. En ella, analizamos el conocimiento del personal sanitario acerca de la violencia obstétrica y de los distintos protocolos existentes en relación al proceso del embarazo y del parto. A través de un cuestionario con preguntas abiertas y cerradas, se indaga sobre la identificación – o no – que este personal tiene acerca de estas prácticas. Saber qué saben y cómo actúan es el primer paso para, por una parte, visibilizarla y, por otra, realizar propuestas que permitan su erradicación.