“…En ese sentido, el campo de los estudios de paz, investigaciones relacionadas con conflicto armado, salud mental y familia (Venegas, Gutiérrez y Caicedo, 2017), afirman que son pocos los textos académicos en los que la familia es abordada como eje de análisis y que, si bien plantean la afectación de las estructuras y dinámicas familiares, no lo hacen de forma explícita y muchos menos en los estudios de excombatientes. Al contrario de ello, otros estudios centrados en salud mental y excombatientes, reportan cambios significativos en la familia a nivel relacional cuando uno de sus miembros retorna a casa luego de ser parte de un grupo armado ilegal (Aponte et al, 2018) y expresan que instalarse en la vida civil implica un nuevo sujeto, nuevos modos de nombrarse y reconocerse, abandonando la identidad de guerrero y la inmersión en la vida social (Lara, 2016). Uno de los grandes retos de la reintegración es la construcción o reconstrucción de vínculos con personas significativas, tales como la familia.…”