ObjectiveTo determine the effectiveness of a quality management program in reducing
the incidence and severity of pressure ulcers in critical care patients.MethodsThis was a quasi-experimental, before-and-after study that was conducted in a
medical-surgical intensive care unit. Consecutive patients who had received
mechanical ventilation for ≥ 96 hours were included. A "Process
Improvement" team designed a multifaceted interventional process that
consisted of an educational session, a pressure ulcer checklist, a
smartphone application for lesion monitoring and decision-making, and a
"family prevention bundle".ResultsFifty-five patients were included in Pre-I group, and 69 were included in the
Post-I group, and the incidence of pressure ulcers in these groups was 41
(75%) and 37 (54%), respectively. The median time for pressure ulcers to
develop was 4.5 [4 - 5] days in the Pre-I group and 9 [6 - 20] days in the
Post-I group after admission for each period. The incidence of
advanced-grade pressure ulcers was 27 (49%) in the Pre-I group and 7 (10%)
in the Post-I group, and finally, the presence of pressure ulcers at
discharge was 38 (69%) and 18 (26%), respectively (p < 0.05 for all
comparisons). Family participation totaled 9% in the Pre-I group and
increased to 57% in the Post-I group (p < 0.05). A logistic regression
model was used to analyze the predictors of advanced-grade pressure ulcers.
The duration of mechanical ventilation and the presence of organ failure
were positively associated with the development of pressure ulcers, while
the multifaceted intervention program acted as a protective factor.ConclusionA quality program based on both a smartphone application and family
participation can reduce the incidence and severity of pressure ulcers in
patients on prolonged acute mechanical ventilation.
Introducción La sífilis constituye un problema de salud mundial. Objetivo: establecer la prevalencia de sífilis y la distribución según estadio en pacientes asistidos en el Servicio de Dermatología de Junio 2010 a Junio 2018, y comparar las características epidemiológicas que pudieran influir en el aumento de la prevalencia.
Métodos Estudio de cohorte retrospectivo de pacientes ≥ 15 años, con diagnóstico de sífilis adquirida. Para el análisis de los datos se consideraron dos periodos: P1: 2010-2015 y P2: 2015-2018, de acuerdo al aumento de prevalencia observado en la vigilancia mensual, y la comparación entre variables considerando sífilis temprana y tardía.
Resultados Se incluyeron 1582 pacientes, 51% (805) en P1 y 49% (777) en P2. La prevalencia de sífilis global en nuestro servicio fue de 7,1 %, con un alto porcentaje de pacientes embarazadas y puérperas (54% del total de las mujeres). La prevalencia en P1 fue de 5,8%, y 9,3 % en P2 (p < 0,01). En P2 la sífilis temprana ascendió a un 53% (p< 0,01), disminuyeron los tratamientos completos y aumentaron los casos sin seguimiento. La sífilis temprana se asoció con menor edad, ausencia de pareja estable, y más consultas espontáneas y tratamientos completos.
Conclusión Observamos un aumento sostenido de la prevalencia de sífilis adquirida, con un incremento de la sífilis temprana, que implica mayor riesgo de transmisión. También se evidenció menor adherencia al tratamiento y controles necesarios. La alta tasa de sífilis gestacional pone en alerta el déficit importante en los controles prenatales en nuestro sistema de salud.
Una mujer de 31 años, sin antecedentes personales, consultó por presentar dos lesiones tumorales en el tronco desde la infancia, pero que en los últimos 4 meses se tornaron dolorosas y aumentaron de tamaño.
Una mujer de 23 años, con antecedentes de infección por HIV diagnosticada en 2012, que seguía un tratamiento antirretroviral errático, el cual reinició hacía 3 meses, consultó a nuestro servicio por lesiones cutáneas distribuidas en los pliegues, de un mes de evolución.
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