Este artículo tiene como objetivo, identificar las condiciones bajo las cuales se instrumenta la modalidad de aula invertida en tiempo de COVID-19 en la Región Centro Norte de la Universidad Autónoma de Sinaloa para reconocer el potencial percibido de los estudiantes de Contaduría Pública Fiscal. Por lo que se plantea ¿Bajo qué idea y que percepción tienen los estudiantes acerca del modelo de aula invertida en su formación profesional? Es una investigación con enfoque mixto, de tipo exploratoria y descriptiva en la que se aplicó el método etnográfico y el método investigación-acción, utilizando las técnicas de análisis documental, observación y encuesta. Se determinó una muestra por conveniencia que se compone de 182 estudiantes inscritos, de una población de 336 con un nivel de confianza del 95%. Como resultado se tiene que 6 de cada 10 estudiantes se resisten en usar y desarrollar actividades desde las plataformas virtuales que componen su aula invertida, dadas las limitaciones tecnológicas y de interconectividad que tienen, lo que se suma a que 8 de cada 10 estudiantes consideran un exceso de trabajo adicional, generando agobio e inestabilidad emocional; por lo que 7 de cada 10 estudiantes prefieren el modelo tradicional de clases presenciales por costumbre, por su horario y espacio físico. Se concluye que en nivel licenciatura los estudiantes rechazan en lo general el enfoque de aula invertida, su nivel de aceptación, todavía es conservador.

El objetivo fue analizar el aprendizaje desde la virtualidad en el modelo de aula invertida que se usó en la Maestría de Administración de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la Universidad Autónoma de Sinaloa para identificar los ambientes virtuales de aprendizaje más idóneos. Con enfoque cualitativo, de tipo exploratorio y descriptivo, se desarrolló análisis documental, bajo el método etnográfico y de investigación-acción, se aplicó la observación participante, encuesta por conveniencia con cuestionario a prueba de Alpha de Cronbach y entrevistas a una muestra de 18 estudiantes de posgrado con un nivel de confianza del 95%. Los resultados registran que en Sinaloa no se tiene capilaridad digital y no todos los estudiantes de la Maestría tienen conectividad para desarrollar el modelo de aula invertida. Tras la pandemia, los estudiantes consideran que es un modelo que potencia el desarrollo de sus aprendizajes y fortalece las competencias de autogestión, autorregulación y autoeficacia en los diferentes ambientes virtuales de aprendizaje. La madurez digital de los estudiantes, ofrece argumentos para definir la transformación virtual en los programas de posgrado de la Universidad. Se desecha la hipótesis de que los estudiantes de postgrado rechazan el modelo como producto del escepticismo e intolerancia; sino más bien, debido a la carencia de equipos tecnológicos especializados y la falta de conectividad.