Explorar el límite ha sido parte de nuestra experiencia como humanos, desafiar lo conocido y encontrarse con la otredad, lo que existe más allá de nuestra propia existencia, ha sido una de las más ambiciosas empresas que la humanidad ha creado. Nuestro lugar, ya sea como personas, profesionales, miembros de una comunidad o simplemente como ingenieres, ha sido permeado a través de un millón de interacciones históricas, ambientales y culturales. Sin embargo, la pregunta por las fronteras es cada vez más pertinente. Y más que preguntarse, la posibilidad innegable de vivir en los espacios liminales, en donde hacemos parte de algo pero también de lo otro, tener límites cada vez más difusos, hace parte de una reflexión constante de lo que significa Nepantla , el espacio entre el aquí y el allá. Por eso este número hace un homenaje a este proceso 1 1 Nepantla representa un concepto de "intermedio". Es un espacio liminal, donde se ven múltiples formas de realidad al mismo tiempo. Para Anzaldúa, nepantla tiene múltiples significados que se superponen y enriquecen mutuamente. Representa espacios liminales, períodos de transición en la formación de identidad, la "etapa de nacimiento donde sientes que estás reconfigurando tu identidad y no sabes dónde estás". Un espacio que facilita la transformación; a medida que se rompen los límites, las categorías de identidad que antes estaban tan cómodas, tan naturales, ya que ya no trabajaban; se disuelven, obligándonos a encontrar nuevas formas de definirnos a nosotros mismos. Nepantla también funciona como una metáfora de conocimientos prohibidos, nuevas perspectivas sobre la realidad, formas alternativas de pensar. El "estado liminal entre mundos, entre realidades, entre sistemas de conocimiento ".