<p class="p1">Después de la abolición de la esclavitud, el prejuicio y la exclusión en contra de la población de descendencia negra formaron parte de la cotidianidad en Brasil. Sin embargo, la imagen del país como un paraíso racial fue alentada, sostenida y divulgada por la élite en el poder, especialmente a partir de la década de los años sesenta, momento que coincidió con el inicio del proceso de la descolonización africana. Una élite que al mismo tiempo que segregaba y discriminaba a los descendientes de los negros brasileños al interior del país, comenzó a “exhibir” y mostrarse orgullosa, a escala internacional, de su población negra. El artículo pretende mostrar cómo la élite, sobre todo en la época de la dictadura militar, buscó apropiarse de los elementos culturales más representativos del grupo racializado con objetivos de política exterior, pero sin modificar las estructuras sociales que mantenían parámetros de discriminación y desigualdad. Sin embargo, esto no ocurrió sin la movilización del grupo directamente afectado, incluso en momentos en los que la represión azotó a la sociedad brasileña. </p>