“…Así las cosas, nos preguntamos: ¿cómo traducir éticamente a estos autores en los que la subversión del lenguaje dominante es su manera de expresar la etnicidad? Que la respuesta a esta pregunta no es fácil lo demuestran las muy diferentes traducciones que hay de autoras como Sandra Cisneros o Julia Alvarez, por citar sólo algunas que han dado lugar a libros y a artículos académicos (Vidal, 2007(Vidal, y 2012Martín Ruano y Vidal, 2004;López Ponz, 2009), así como las diferentes autotraducciones, algunas de ellas censuradas, que hace de su obra por ejemplo Rosario Ferré, quien, en las traducciones al inglés de algunas de sus propias novelas e historias cortas, ofrece, sorprendentemente, una forma edulcorada y muy suavizada de las reivindicaciones políticas y feministas que aparecen en sus obras originariamente escritas en español.…”