Resumen: La literatura jurídica ha teorizado ampliamente las razones por las cuales la libertad de expresión es un derecho fundamental: a nivel individual, constituye una condición necesaria para la autonomía y, a nivel público, promueve la fiscalización de las autoridades y el descubrimiento de la verdad a través del flujo de información en el "mercado de ideas". En este ensayo se presenta una visión alternativa e integradora: la libertad de expresión como fundamento y condición de la legitimidad política y la igualdad democrática. Esta premisa resulta importante para entender la libertad de expresión y sus limitaciones. Paradójicamente, ciertas restricciones a la libertad de expresión, especialmente aquellas que aluden a la difamación de autoridades públicas, pueden afectar gravemente la propia legitimidad de las leyes antidiscriminación. En este sentido, la aplicación de las normas antidiscriminación en favor de autoridades públicas produce el efecto adverso al deseado ya que se excluye a voces disidentes del debate público. Contrariamente, cuando las ideas se expresan en público, la legitimidad de las leyes antidiscriminación se fortalece. Para explicar el efecto adverso de la limitación a la libertad de expresión, este ensayo explora la relación entre la opinión pública, la legitimidad política y la igualdad democrática. Particularmente, el caso ecuatoriano sirve de ejemplo para ilustrar estas tesis.