En el presente artículo identificamos las denominaciones, definiciones y modos de hacer de las mujeres que ejercen prácticas profesionales del sexo en las calles de Iquique. Para ello, consideramos la perspectiva etnometodológica que centra su interés en los métodos empleados por las actrices sociales para producir los escenarios sociales en los que participan y, una etnografía que contempló observaciones y entrevistas en profundidad a trabajadoras sexuales de las calles de la capital de la Región de Tarapacá Chile. Argumentamos que estas actrices sociales denominan a las prácticas profesionales del sexo como un trabajo, sin embargo, las acciones moralizantes y jurídicas del contexto contribuyen a que se defina como una práctica social deslegitimada. Dicha definición repercute en sus modos de hacer respecto al manejo de sus relaciones familiares, gestión del espacio público y privado, relaciones de género, usos del lenguaje. Al focalizarnos en la producción de estrategias y procedimientos diminutos, situados que les permiten resistir a estas trabajadoras cotidianamente, no pretendemos normalizar su precariedad, sino más bien señalar que su agencia nos brinda un punto de vista privilegiado sobre cómo desafiar los límites de patrones hegemónicos que definen lo femenino.Palabras claves: trabajo sexual, actrices sociales, normas en uso, prácticas sociales, etnometodología.In the present article we identify the denominations, definitions and ways of doing of women who practice professional sex in the streets of Iquique (the capital of the Tarapacá Region, northern Chile). We have adopted an ethnomethodological perspective, which focuses on the methods used by social actresses to give meaning to their actions, to carry out an ethnography that included observations and in-depth interviews with sex workers from the streets of Iquique. We argue that these social actresses refer to professional sex practices a work; however, the moralizing and legal actions of the context contribute to their being defined as a delegitimized social practice. This definition has an impact on these sex workers' ways of doing things regarding the management of their family relationships, the management of public and private space, gender relations, and uses of language. By focusing on the production of tiny strategies and procedures, which allow these workers to resist on a daily basis, we do not intend to normalize their precariousness, but rather to point out that their agency gives us a privileged point of view on how to challenge the limits of hegemonic patterns that define the feminine.