“…Puesto que aquella, generalmente, carece de conocimiento directo sobre realidades lejanas como las del Sur, así como sobre grupos cultural y étnicamente diferentes con el que contrastar los contenidos recibidos, la imagen difundida por ONGD y medios de comunicación se torna en fundamental para modular su percepción y su comportamiento hacia los mismos (Arce, 2005;Franco Romo, 2005;Van Dijk, 1997, 2002. De acuerdo con ello, los mensajes de las ONGD han tendido a presentar a las comunidades del Sur, principalmente las africanas, como víctimas pasivas y necesitadas de manera urgente de la ayuda de los países enriquecidos (Nos Aldás, 2003;González Luis, 2006a;Santolino, 2010;Nerín, 2011;Iranzo, Farné y Lorente, 2015;Iranzo, 2017). Diseñados en un estilo caritativo y asistencial, han solido dejar en segundo plano a las comunidades del Sur, resaltando la propia actuación de las ONGD y poniendo especial atención en cuantificar el volumen de la ayuda (Iranzo et al, 2015;Iranzo, 2017).…”