“…La RS continúa su evolución planteando modelos en los que se incorporan responsabilidades éticas, legales y económicas apoyadas en un marco filantrópico (Carroll, 1991); se proponen alianzas con partes interesadas que generen beneficios mutuos siendo sostenibles en el tiempo no limitándose solo a donaciones (Austin, Herrero & Reficco, 2004); en la gestión se diseñan estructuras y herramientas organizativas que procuran un comportamiento responsable (Fernández, 2005); así como un alcance hacia aspectos y efectos sociales, ambientales y económicos (Correa, Flynn & Amit, 2004). La gestión de los recursos de la organización repercute en el desempeño de los miembros de su cadena de suministro (Henríquez, Cardona, Rada-Llanos & Robles, 2018). Otros autores agregan a este proceso evolutivo, la voluntariedad y exigencia en las acciones, con un comportamiento corporativo autoexigente que reconozca el impacto de la empresa (Pricewaterhouse Coopers, 2005); el contrato social que se "firma" debido a la pluralidad de agentes afectados por las acciones de la empresa (González, 2007) y la incorporación de la legitimidad en la dirección mediante una administración ética y moral (Cuevas, 2009); gestión caracterizada de conciencia moral, principio y valores universales compartidos (Barraza, 2010).…”