“…Es un proceso dinámico (6) en el que un área amplia e intacta de bosque es progresivamente subdividida en pequeños parches o fragmentos (8,10) geométricamente alterados y aislados (2,5,6,11) inscritos en otros usos del suelo distintos (12), rodeado por matrices generalmente antrópicas (13), lo que genera la modificación de las condiciones medioambientales y el funcionamiento de los ecosistemas (14), (15), provocando elevada mortalidad de árboles y plantas juveniles (13), caída acelerada de las hojas, alteración en el almacenamiento de carbono, y en otros procesos como la abundancia de algunas especies, en la productiva, formación de detritus, movimiento de agua y nutrientes, la sucesión y la competencias entre otros (16,17). Autores han descrito el proceso de fragmentación en cuatro etapas: i) la perforación, en la cual se crea un agujero o hueco en la cobertura original; ii) la subdivisión, en la cual las áreas de coberturas de la tierra más grandes se dividen en parches más pequeños; iii) la contracción, que es la etapa en la cual se pierde la conectividad entre los parches de cobertura original; y por último, iv) la etapa de desgaste, en la cual los parches originales del paisaje disminuyen gradualmente en tamaño hasta que finalmente desaparecen (18,19).…”