“…Además, las empresas agrícolas están en condiciones y mejor preparadas para poder certificarse como socialmente responsables en el futuro (Sabando et al, 2022). Las empresas que se han enfocado en la dimensión ambiental y social de la RSE muestran un mayor compromiso y responsabilidad sobre sus actuaciones (Parrales et al 2021;Sánchez et al 2014); simultáneamente la RSE como estrategia en los diferentes sectores de producción (Navarro, 2016); logra un posicionamiento de las empresas, afrontando las demandas actuales de un mercado global, pero en el marco de la responsabilidad social, económica y ambiental (De Lucio y Amadorn, 2021; Khusnah, 2020y Chantzarias et al, 2020; maximizando la rentabilidad económica, el bienestar social y la protección ambiental a través de la integración voluntaria, reafirmación de principios y valores que tengan repercusiones positivas en la sociedad y para cada sector de producción (Antelo y Alfonso, 2015).…”