La introducción de los moduladores de acidez gástrica como profilaxis contra las úlceras por estrés en pacientes críticos se ha ido convirtiendo en una práctica de rutina tanto en la unidad de cuidados intensivos como fuera de esta; sin embargo, el desconocimiento de la fisiopatología de la enfermedad, las indicaciones de uso de moduladores de pH como profilácticos, los riesgos asociados a la prescripción indiscriminada y de las guías disponibles sobre esta práctica han llevado a un uso descontrolado de medicamentos como omeprazol y ranitidina, lo cual aumenta los costos para los hospitales y predispone a los pacientes a presentar enfermedades como neumonía. Con el objetivo de revisar los factores de riesgo asociados a esta patología, la eficacia de esta medida, sus indicaciones y posibles complicaciones tanto dentro como fuera de las unidades de cuidados intensivos, se realizó una revisión de la literatura. Esta incluyó artículos disponibles en diferentes bases de datos que hicieran referencia al manejo profiláctico de úlceras por estrés desde 1980 hasta 2014. Se encontró que, según la literatura actual, el uso de la profilaxis contra úlceras por estrés es una práctica muy debatida en el caso de los pacientes críticos y, lo que es más importante, en los no críticos aún no existen recomendaciones de uso o factores de riesgo establecidos. Por esta razón, la extrapolación de esta conducta a pacientes fuera de la unidad de cuidados intensivos es injustificada hasta el momento