“…A diferencia de los problemas externalizados, los internalizados se caracterizan, sobre todo, por el desarrollo y el mantenimiento de un bajo control del estado emocional y los aspectos cognitivos del niño. Lo anterior se evidencia en la presencia de síntomas propios de los trastornos afectivos, ansiosos y somáticos (Lozano-González, L., & Lozano-Fernández, 2017), como lo son un estado de ánimo bajo o inestable, apatía, culpabilidad, preocupación, inhibición, inseguridad, miedos y sentimiento de inferioridad, entre otros (Peris-Hernández et al, 2018). Este tipo de conductas se pueden manifestar igualmente como una angustia de tipo silenciosa denominada en algunas ocasiones como "intrapunitiva" (Tandon et al, 2009).…”