“…Es nuestra creencia que, para entender las fortalezas y debilidades de nuestros profesores, necesitamos ir más allá de las medidas de desempeño o resultado y observar el modo como los profesores implementan sus prácticas, es decir, el proceso de instrucción. Para operacionalizar esta noción de buena docencia, integramos y adaptamos indicadores seleccionados de referencias nacionales e internacionales relacionadas con observación de la sala de clases (Danielson, 1996;Echevarria & Short, 2004;Good et al, 2006;Hennessy, Mercer & Warwick, 2011;Milicic et al, 2008;Saxe, Gearhart & Seltzer, 1999;Stipek et al, 1998), los estándares del MBE (MINEDUC, 2003) e indicadores creados a partir de estrategias que la literatura psicológica y educacional considera como propias de una buena enseñanza (Alexander, 2008;Anderson, Krathwohl & Bloom, 2001;Bransford, Brown & Cocking, 1999;Sternberg & Grigorenko, 2003).…”