“…La relevancia del CO reside en la capacidad que este fenómeno ha demostrado tener de afectar una amplia gama de fenómenos organizacionales tales como el compromiso (Dávila de León & Jiménez García, 2014;Noordin, Safiah, Syakirarohan & Shukriah, 2010), la implementación de procesos de cambio (Pérez de Maldonado & Maldonado Pérez y Bustamante Uzcategui, 2006), el apoyo que se percibe por parte de la organización (Toro, 2003), la presentación de comportamientos éticos y la disminución de conductas de acoso psicológico (Londoño, M.E., 2009;Muñoz Flores, Guerra De Los Santos, Barón Duque & Munduate Jaca, 2006), el engagement (Martinez-Lugo, 2009), una menor presentación de factores de riesgo psicosocial (Contreras, Juárez, Barbosa, & Uribe, 2010), la satisfacción de las personas (Manosalvas Vaca, Manosalvas Vaca & Quintero,2015), la intención de permanencia (Paula, & Queiroga, 2015), la creatividad, la calidad y buen servicio a nivel individual y grupal, las relaciones interpersonales (García, Reyes & Sarmiento, 2006) y el desempeño financiero de la empresa (dos Santos, Coda & Mazzali, 2010). Esto se debe a que las percepciones influyen los juicios y reacciones emocionales, la motivación (García, Reyes, Sarmiento & 2006;González-Verde, Jiménez & Reyes-Roldán, 2015;Mahal, 2009) y, por ende, la conducta orientada a cumplir con las prescripciones establecidas para el cargo que se realiza o desempeño laboral y la productividad de las empresas (Toro & Sanín, 2013).…”